RUBIO (VICENZA), 24 DE FEBRERO DE 1987
"MIS PREDILECTOS, PERMANEZCAN EN PAZ. YO ESTOY JUNTO A USTEDES A CADA INSTANTE. ESTOY FORMANDOLOS, FORTALECIÉNDOLOS, GUIÁNDOLOS Y DEFENDIÉNDOLOS. GUARDEN EN SUS CORAZONES LA PERLA PRECIOSA DE MI LLAMADO PERSONAL PARA VIVIR EN PROFUNDA INTIMIDAD DE VIDA COMO SU MADRE CELESTIAL.
NO SE DEJEN PARALIZAR POR LAS ASECHANZAS DE MI ADVERSARIO. EN ESTOS TIEMPOS EL ÉSTA EJERCIENDO GRAN PODER PORQUE SIENTE QUE EL MOMENTO DE SU DERROTA ESTÁ A LAS PUERTAS.
TRANSFÓRMENSE, PUES, EN MIS RAYOS DE LUZ QUE PROPAGAN POR DOQUIER EL ANUNCIO DE MI NUEVO AMANECER. ALUMBREN LA DENSA OSCUIDAD DE SUS DÍAS CON LA LUZ DE LA FE Y DE LA SANTIDAD. DEJEN QUE SUS RAYOS DESCIENDAN SOBRE EL ÁRIDO DESIERTO DEL MUNDO PARA QUE SE ABRA A UNA NUEVA PRIMAVERA DE VIDA Y DE BELLEZA. DEJEN QUE ENTREN EN EL VACÍO DE MUCHOS CORAZONES PARA COLMARLOS DE AMOR Y CONFIANZA.
EN MEDIO DE LA DENSA OSCURIDAD DE MUCHAS ALMAS, DEJEN QUE SUS RAYOS LAS ABRAN A LA VIDA DE LA GRACIA Y DE LA ÍNTIMA UNIÓN CON DIOS. DEJEN QUE SUS RAYOS TRAIGAN DULCE BÁLSAMO DE CONSUELO, Y ESPERANZA DE AMOR Y DE MISERICORDÍA, A LA LÚGUBRE DESESPERACIÓN DE MUCHOS DE MIS POBRES HIJOS.
USTEDES SON LOS RAYOS DE LUZ DE MI CORAZÓN INMACULADO. USTEDES SON LA LUZ DE UNA MADRE QUE QUIERE LLEVAR A TODOS A JESÚS, PARA QUE PUEDAN SER SALVADOS POR SU AMOR DIVINO Y MISERICORDIOSO.
EN ESTOS TIEMPOS LOS ESTOY LLAMANDO PARA QUE ILUMINEN TODA LA TIERRA. DE ESTA MANERA, POR MEDIO DE USTEDES, SOY CAPAZ DE REBASAR EL DOLOROSO SENDERO HACIA LA NUEVA ERA QUE LES ESPERA, LA QUE CADA DÍA ESTOY EDIFICANDO EN LA PROFUNDIDAD DE MI CORAZÓN INMACULADO".